Las experiencias de vida pasadas o muertes dolorosas y/o traumáticas, es decir, esto incluye todas aquellas memorias que no han podido ser procesadas por la conciencia del ser y quedan ancladas a lo largo de las vidas en las que el alma va reencarnando.

El papel esencial de una regresión, se centra en crear un espacio seguro de conexión y expresión del alma. Esto se consigue a través de un trabajo interior regresivo en la terapia. Y como toda sanación, se da por sí misma. Por lo tanto, no hay que hacer nada en sí. Es crear las circunstancias adecuadas para que la sanación pueda darse, a través de una relajación profunda específica y un viaje guiado hacia las vidas pasadas.

Así pues, el alma y la conciencia, junto con la ayuda de los guías, maestros, ángeles de luz y arcángeles, abren y guían el camino para que puedas reencontrarte con esa parte de ti, que existe en el contexto multidimensional (multiverso) y darle un espacio de expresión, de esta forma deshaciendo los nudos vitales que aún arrastres de otras experiencias de vida.

Es un trabajo que debe realizarse de la mano de un@ profesional de la psicología y/o psicoterapia, para poder colocar, sostener, trascender e integrar la experiencia dentro del proceso personal de sanación.

Es totalmente seguro cuando lo haces con una terapeuta profesional. No “pierdes el control” ni te quedas atrapado/a. Siempre estás acompañado/a, consciente y puedes volver al presente en cualquier momento.

Percibirás visualizaciones, sensaciones corporales, emociones más o menos intensas y/o mensajes simbólicos. A veces se perciben escenarios muy vívidos, otras veces solo se siente una emoción o imagen. Cada persona lo vive de forma única, y no necesitas ver para que funcione.

Puedes liberar emociones atrapadas, entender el origen de miedos, sanar relaciones kármicas, cerrar ciclos, reconectar con tu propósito o traer a la conciencia mensajes que tu alma necesita. Es un antes y un después tras una regresión; vuelves con la información necesaria y la experiencia en sí te libera.

Muchas veces, suele ser un último recurso cuando ya lo hemos probado todo. No es necesario creer en ello, simplemente entregarse a la vivencia. Lo bonito de una regresión es que funciona al instante. Las personas que salen de una regresión tienen una sensación de estar diferentes y más ligeros al momento.

En consulta, he tenido clientes con remisión de síntomas crónicos como sensación de ahogo, ansiedad, fobia a espacios cerrados, alcoholismo, miedo al agua, y un largo etc. También está indicado para casos de relaciones tóxicas de origen kármico que parecen estar en un círculo repetitivo y estancado.

La magia de la regresión te lleva al momento adecuado del pasado para poder liberar aquello que quedó anclado en tu conciencia y que sigues proyectando desde esa memoria pasada en el momento presente. Por eso muchas otras terapias no funcionan, porque hay que ir "atrás" y al origen de la experiencia, para poder reconocerlo e integrarlo en tu conciencia y dando paso así, a la sanación de las heridas pendientes.

Un camino profundo de autoconocimiento, liberación y sanación, donde cada imagen, sensación, emoción o recuerdo, trae un mensaje que tu alma está lista para recibir.

Si sientes el llamado a explorar este viaje, puedes reservar tu sesión conmigo a través de WhatsApp o por la web.